
El trastorno límite de la personalidad perjudica gravemente la capacidad de una persona para controlar sus emociones. Esta pérdida de control emocional puede incrementar la impulsividad, afectar cómo se siente una persona sobre sí misma e influir negativamente en sus relaciones con los demás. Existen tratamientos disponibles para controlar de manera eficiente los síntomas del este trastorno.
